La mosca de los cuernos, también conocida como Haematobia Irritans, es un insecto que causa graves problemas en el ganado. Este año, las bajas temperaturas en primavera demoraron su aparición, pero en la actualidad ya es abundante en la zona central, mientras que en la zona sur está desarrollándose.
La vida de esta mosca es corta, de 9 a 12 días, pero su impacto en el ganado es significativo. Al tercer día de su vida, comienza a oviponer sobre la bosta bovina, perpetuando rápidamente su especie. La carga de moscas por animal genera una visible intranquilidad en el ganado, que trata de defenderse de las picaduras con movimientos intensos de cabeza, cola y piel.
Estos movimientos resultan en una disminución del apetito y un aumento en el pisoteo, lo que puede causar pérdidas de peso y reducción en la producción lechera, además de que los terneros pueden nacer más precarios.
Para prevenir estos daños, es importante tratar tempranamente al ganado infestado con insecticidas. Los insecticidas son una herramienta eficaz para controlar la población de moscas de los cuernos y reducir su impacto en el ganado. Existen diferentes opciones de insecticidas disponibles, que van desde sprays hasta lociones, y que pueden aplicarse de manera efectiva en el ganado.
Además de los insecticidas, también es recomendable utilizar otros métodos de control biológico, como la gestión adecuada de los residuos animales, para reducir el impacto de la mosca de los cuernos. La combinación de diferentes estrategias es la clave para obtener los mejores resultados y reducir el impacto de esta mosca en el sector ganadero.
En conclusión, la mosca de los cuernos es un problema serio para el ganado y es fundamental tomar medidas para controlar su población y evitar daños en el ganado. El uso de insecticidas es una herramienta importante para lograr este objetivo y, junto con otras medidas preventivas, puede ayudar a reducir significativamente el impacto de esta mosca en el sector ganadero.